Juan BOIX SALVADOR
La Orden de Santa María de Montesa, la nobleza valenciana y la Corona de Aragón. Siglos XIV y XV
Castellón de la Plana, Diputació de Castelló, 2021, 366 págs.
ISBN: 978-84-17465-30-8
Índice
I.- Introducción
II.- Origen, fundación y desarrollo de la Orden de Montesa
III.- El objetivo inicial de la Orden: la lucha contra los musulmanes
IV.- Montesa en la política interna de la Corona de Aragón
V.- Crisis en la Corona de Aragón. El Interregno, Caspe y sus consecuencias
VI.- La Orden de Montesa y el Cisma de Occidente
VII.- La política peninsular de la Corona de Aragón. Castilla y Navarra
VIII.- Montesa y la nobleza en la política mediterránea de la Corona de Aragón
IX.- La guerra civil en Cataluña. Intervención de Montesa
X.- Las finanzas de Montesa y la Corona de Aragón
XI.- Los maestres de Montesa y las misiones diplomáticas
XII.- Intervencionismo en la elección de los maestres de Montesa
XIII.- La nobleza valenciana y la Orden de Montesa
XIV.- Prosopografía de los maestres de Santa María de Montesa y San Jorge de Alfama
XV.- Iconografía de los maestres de Montesa
XVI.- Conclusiones
XVII.- Fuentes
XVIII.- Bibliografía
XIX.- Anexos
El objetivo del libro es mostrar la historia de la orden de Santa María de Montesa, desde su creación en 1317, efectiva desde 1319, en los dos siglos medievales, XIV y XV, en sus relaciones con los dos otros estamentos de la corona de Aragón: la nobleza y la monarquía, en el reino de Valencia, con una pequeña proyección en los dos siglos siguientes, hasta su absorción por la corona Hispánica.
Se presta particular atención a los antecedentes de la fundación de Montesa, con las campañas de conquista del reino de Valencia por Jaime I y el reparto de tierras y su colonización, en las que participaron las órdenes militares del Temple, del Hospital, de San Jorge de Alfama y las encomiendas aragonesas de las órdenes castellanas de Calatrava y Santiago.
Desde su creación la orden de Montesa fue un planteamiento de relaciones de poder entre Jaime II de Aragón y el papa Juan XXII, relaciones que marcaron el desarrollo y la consolidación de la Orden, completado en 1400 con la incorporación de la orden de San Jorge de Alfama. Montesa se caracterizó en esos dos siglos por una estrecha relación con la monarquía aragonesa.
Aunque el objetivo inicial de Montesa era la lucha contra los musulmanes, la Orden participó activamente en la política de la monarquía aragonesa, tanto en los asuntos internos de la corona de Aragón como en la política mediterránea y, como no, en la peninsular, siempre al servicio del rey. Sólo se opondrán al monarca en casos puntuales pero muy significativos, pues estaba en juego su pervivencia, sus recursos y privilegios y la aplicación de sus reglas. Será en las empresas militares donde la Orden dará la medida de su valor; sin embargo, representó un papel fundamental en otras funciones algo fuera de su ámbito pero que aportaron a la Corona un beneficio añadido, como sus misiones políticas o en sus relaciones diplomáticas, siempre con el mismo objetivo de apoyo a la monarquía, frente a terceros.
La orden de Montesa había nacido para ser un instrumento en manos de la monarquía y por eso sus acciones contra ejércitos cristianos se justificaron en la medida en que era un elemento al servicio de la causa de la Corona de Aragón.
Pero, los caballeros de Montesa, ¿quiénes eran? Pertenecían a la mediana y pequeña nobleza que participó en la conquista del reino y, más tarde, se abrió a los negocios comerciales, sin ninguna ambigüedad. En los reinos hispánicos iba a triunfar el principio de progenitura, enriqueciéndolo considerablemente con los mayorazgos. Pero no eran los primogénitos de esos linajes, sino los segundones, cuyos mayorazgos eran un factor de división en el linaje, que daban lugar a nuevas ramas y tomaban una parte del patrimonio. Con el fin de evitar su división, una solución para estos era la entrada al servicio del rey, de la alta nobleza o aún en las órdenes militares. Será el caso de varios de los maestres de Montesa, extensivo a comendadores y otros freires de la Orden que, a su vez, se acercarán al monarca para elevarse en la escala social. Es lo que se pudo ver en la corte napolitana de Alfonso V.